La memoria está allí
Federico Campbell
Alfaguara. México, 2001. 120 págs.
por Mónica Molina
La memoria está allí: es el escenario donde la esencia del corazón y la mente ejecuta las imágenes que adoptarán diferentes rostros según el carácter de quien recuerda. La clave Morse es ante todo un sincero manifiesto de la memoria; a través de ella los hijos reconstruyen el sentido de sus propias existencias al evocar a los padres. No sólo es la particular visión de cada uno de ellos, las andanzas de un padre telegrafista y alcohólico, una madre maestra algo maníaco-depresiva o el escenario de Navojoa y Tijuana. Algo más invisible da sustancia a las circunstancias exteriores de la historia y es responsable de una mágica y remota reconciliación: el recuerdo. La otra lectura: los elementos evidentemente autobiográficos permiten al lector vislumbrar la lucha espiritual que acontece en el ánimo de un periodista trasmutado en literato, como es Federico Campbell. Le llevó 10 años realizar este libro, cuya validez radica en su carácter testimonial al compartir con el lector no sólo los acontecimientos de una vida, sino también las vicisitudes de un intelecto. Además, mediante un lenguaje desvinculado de toda retórica, presenta indirectamente otro testimonio nada despreciable: hacia dónde va, qué persigue y cuáles son los asuntos que motivan a nuestra época y a la narrativa contemporánea.